domingo, 30 de septiembre de 2007

cuando viví en ese pueblito de mar
en la costa de Cataluña,
provincia de Barcelona
nada me gustaba más que salir al balcón
de madrugada
imaginar que el mar era una niebla acuosa
que al descorrerse abriría
mi otra costa,mi nostalgia de yuyos
mi universo de balcones conocidos.



ahora cuando salgo al balcón de mi casa
acá en las sierras
provincia de Córdoba
a escuchar el frenesí de las chicharras,
preferentemente si atardece
se que suelo esperar entre los algarrobos
una brizna de sal
cortando el dulzor de la retama.



y es que somos sin duda
animales de falta de costumbre.

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