a veces (no me expliques por qué)
la tarde sabe a metal en la lengua
y caminamos por Obispo Trejo
bajamos por Dean Funes
como un barco fantasma
entre jirones blancos
(olor duro a garrapiñada
motos zapatos la vereda arena)
y solo queremos llegar a alguna parte
y que alguien nos alcance.
jueves, 9 de agosto de 2007
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1 comentario:
hasta los huevos no,
hasta los huesos me llegó lo que escribiste.
Leo todo de nuevo y después intento desliar esta sensación que me dejaste.
Un beso enorme
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